Pug con enanismo
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Los signos más comunes del síndrome vestibular en perros y gatos son la pérdida de equilibrio, las caídas, los vuelcos, el parpadeo anormal de los ojos y el tambaleo general. Pueden ser necesarios tratamientos de neurología veterinaria.
El sistema vestibular controla el equilibrio e intenta evitar que el animal se caiga. Al igual que los demás sentidos, el sistema del equilibrio está formado por sensores (situados en la profundidad del oído interno) y un centro de control especializado (situado en la parte posterior del cerebro).
Los sensores del equilibrio detectan la posición de la cabeza en el espacio mientras el animal está en reposo o en movimiento. La información sobre la posición de la cabeza se convierte en señales eléctricas que se envían al cerebro. El centro de control del equilibrio en el cerebro procesa esta información y envía mensajes al resto del cuerpo para mantener al animal erguido. También se envían mensajes a los músculos que controlan el movimiento de los ojos para que cambien su posición en función de la posición de la cabeza.
Entre los signos más comunes del síndrome vestibular en perros y gatos se encuentran las caídas, la inclinación de la cabeza (rotación de la cabeza con una oreja más baja que la otra), el parpadeo del globo ocular de lado a lado o de arriba a abajo (nistagmo), el tambaleo general (a menudo con el animal desviándose hacia un lado mientras se mueve) y/o los movimientos en círculos. El centro del equilibrio está muy cerca de la zona del cerebro que controla los vómitos, por lo que los animales con alteraciones del sistema vestibular también pueden sentir náuseas o estar enfermos.
Perro pug con síndrome de Down
Se cree que los carlinos son una de las razas de perros más antiguas, ya que fueron mencionados por primera vez por Confucio en el año 551 a.C.(1). Criados inicialmente como acompañantes de la realeza, tienen una personalidad encantadora y payasa. Les encanta la compañía humana y ser el centro de la vida familiar. La mayoría de los carlinos son excepcionalmente cariñosos, amables y se integran bien con los niños y otros animales domésticos. No disfrutan de largos periodos de soledad y son más felices en compañía. Sin embargo, a lo largo de los siglos la conformación (estructura) de los carlinos ha cambiado.
Los registros de los carlinos en el pasado muestran que tenían la nariz y las patas más largas. La cría selectiva ha acentuado los rasgos faciales infantiles, acortando la nariz y el cráneo para producir ojos prominentes(1). El hocico corto, la boca protuberante (mandíbula superior más corta que la inferior) y la cola enroscada se incluyen ahora en el estándar de la raza del Kennel Club.
Desgraciadamente, estas características conllevan problemas de salud. Un libro que revisa las enfermedades prevalentes en diferentes razas de perros identifica 25 trastornos sobrerrepresentados en el carlino (2). El Kennel Club clasifica a los carlinos en la categoría 3 en cuanto a problemas de salud y bienestar, que es la categoría de mayor riesgo.
Animales con síndrome de Down
Se trata de un problema de bienestar importante y los perros afectados corren el riesgo de sufrir ataques de dificultad respiratoria grave y miedo, y estas crisis pueden poner en peligro su vida, por ejemplo, corren un riesgo especial cuando hacen ejercicio en climas cálidos. Incluso los perros levemente afectados pueden sufrir trastornos del sueño y no pueden llevar a cabo comportamientos normales, como correr o hacer ejercicio, debido a las dificultades respiratorias. Parece inaceptable que esta enfermedad, incluso en su forma más leve, pueda considerarse normal.
Los veterinarios sospecharían de la existencia de BAOS en cualquier carlino que muestre los signos típicos, ya que es muy común en la raza. Sin embargo, el diagnóstico específico de la gravedad de la mayoría de las anomalías que forman el síndrome requiere un examen bajo anestesia, radiografías (rayos X) y posiblemente una endoscopia (examen de las vías respiratorias con un tubo de fibra óptica). Estos procedimientos deben realizarse bajo anestesia, lo que crea un dilema, ya que los perros con BAOS tienen un riesgo sustancialmente mayor de morir bajo anestesia debido a su compromiso respiratorio.
Cachorro de carlino con síndrome de Down
Puede que no lo adivine cuando los vea pavonearse con confianza por la casa, pero algunas de las características que los hacen tan entrañables pueden causar ciertas condiciones de salud que son típicas de estos pequeños. Esto no los hace menos adorables, pero los propietarios deben ser conscientes de los problemas de salud específicos de los carlinos. Cuanto antes se reconozcan los síntomas y se ofrezca un tratamiento, antes podrá su perro volver a ser los increíbles cachorros que son.
Las narices comprimidas forman parte del encanto de los carlinos, pero también pueden provocar dificultades respiratorias e incapacidad para refrescarse fácilmente, lo que también se conoce como síndrome braquicéfalo. La anatomía de los Pugs les confiere una de las caras más bonitas del mundo canino.
Sin embargo, los orificios nasales estrechos, el paladar blando alargado y, a veces, incluso una tráquea estrecha pueden hacerlos propensos a desarrollar el BOAS. Todas estas características conducen a un problema común: su cachorro puede tener dificultades para hacer llegar el aire a sus pulmones en la cantidad que su cuerpo necesita. Este problema suele agravarse en verano, ya que esta restricción del flujo de aire dificulta que el perro se refresque adecuadamente.
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Soy Laura y de pequeña teniamos un Carlino en casa Rocky, el me hizo enamorarme de esta raza de perro. Soy una apasionada de los pugs, tengo 3 y como se lo dificil que es cuidar de esta raza por lo delicados que son me propuse crear un blog dedicado a la mejor raza de perros del mundo y poder ayudar a todos los propietarios. Espero que os guste mucho mi blog y si necesatais cualquier cosa no dudeis en escribirme.